Tras un largo tiempo sin poder
escribir artículos debido a la apretada agenda de la cual dispongo últimamente,
por fin sacamos un hueco para escribir y debatir sobre lo que tanto nos apasiona;
el mundo de la portería. En este artículo hablaremos sobre el final de
temporada y lo que ello provoca y acontece en la vida de un portero. Sin más,
comencemos el artículo que espero sea de vuestro agrado.
El portero de fútbol, es el
jugador que requiere de una especialización posicional más precoz. Sin embargo,
sus compañeros de equipo, ejercen una formación universal a nivel
técnico-táctico que les ayuda a desenvolverse en diferentes posiciones. Por
tanto, podemos decir que ser portero supone un rol específico desde los inicios
formativos y competitivos. Al contrario de lo que sucede con otras
demarcaciones, es obligatorio diseñar un protocolo de trabajo específico para
que el portero llegue al final de temporada al más alto nivel en cuanto a sus
condiciones físicas, técnicas, tácticas y psicológicas se refiere.
El problema se nos presenta
cuando tenemos que decidir que porteros continúan en el club y cuáles no. Si el
club nos da la posibilidad de seleccionar con que porteros nos quedamos,
decidiremos. Pero decidiremos de una manera muy objetiva, nunca subjetiva,
teniendo presente siempre la empatía hacia el portero. Muchos de vosotros/as
habéis sido porteros/as y habéis jugado a un alto o bajo nivel, y cuando llega
el momento en que alguien tiene que decirnos que no seguimos en el club, es muy
duro. ¿Cómo le explicamos a un portero que no puede seguir en el club si no
sabemos realmente porqué no puede seguir en el club? No nos vale eso de es que
yo creo que no puedes seguir, porque debemos y es obligatorio explicarle con buenos argumentos como profesionales de la portería que somos, porque
no puede seguir.
Para ello, es muy importante
conocer la competición, para saber lo que necesita cada portero/a. En cada
categoría se van a demandar unos aspectos y como entrenadores de porteros,
debemos trabajar con nuestros/as porteros/as, ejercicios con una transferencia
real para ayudarles a mejorar. Otra cosa es que el/la portero/a no consiga
alcanzar el nivel planteado. Cada
portero/a tiene un bagaje ya que viene de un sitio u otro, y tiene unas cosas
que trabajar que otro/a no las tiene. Además, puede tener una capacidad para
asimilar mayor información que otro/a. Aquí reside la esencia de ser entrenador
de porteros; ¿por qué un portero/a me asimila mejor la información me dedico
más a él/ella y porque otro/a portero/a lo asimila peor le dedico menos tiempo?
Los porteros/as, cuando fueron seleccionados, hicieron un buen trabajo en su
club y eran muy buenos/as porteros/as, y cuando le das la baja ¿ya no destacan?
A lo mejor no hemos hecho algo bien y nos hemos equivocado en la selección y
hemos cometido un error, o en este proceso para dichos porteros/as, algo hemos hecho
mal. ¿Por qué? Porque nos hemos equivocado a la hora de darle prioridad a unos contenidos
a trabajar. Nos tocará asumir y comentarle
que por desgracia, no hemos conseguido que los asuman los contenidos y matices
demandados. Repito, no hemos conseguido, por tanto, nos incluimos, en vez de
tachar al portero de que no ha dado la talla y nosotros somos muy buenos
entrenadores de porteros.
Por eso mismo, debéis saber que aún estáis a tiempo de poder corregir
vuestras debilidades como porteros/as, de ganaros un puesto en el once inicial
y de demostrarle al entrenador, que debe confiar en vosotros/as. Para ello, debéis
ser conscientes de lo siguiente: si vemos un futuro sin esperanza, sin
desarrollo, ¿cómo vamos a poder vivir el día a día con ilusión? Lo viviremos
con desánimo, y por tanto, los resultados que obtendremos serán unos resultados
pobres y escasos, lo que conllevará a crear un futuro desilusionante. Es clave entender que el futuro no es algo que nos encontramos, es algo que
nosotros creamos.
Hay que ser consciente de que
ejerciendo el papel de víctima como portero/a, no se puede generar ningún
futuro positivo en el club. Si como portero/a no tienes una misión clara, no
tendrás unos objetivos claros, y ningún viento te será favorable, porque irás
siempre a la deriva. Es absurdo pensar que nos van a cambiar las circunstancias
y que van a ser más favorables sino estamos dispuestos/as a cambiar algo en
nuestro interior, porque como somos, afecta a aquello que atraemos en la vida.
Para finalizar con la entrada de
hoy, me gustaría compartir con todos/as vosotros/as una frase que recoge todo
lo anteriormente mencionado. Espero y deseo de corazón que se cumplan vuestros
objetivos y que disfrutéis del poco camino que nos queda para llegar a la meta.
No desviaros ni despistaros del mismo, disfrutad cada paso que nos queda por
recorrer. Un abrazo muy fuerte.
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